Cuatro años después, el grupo publicó Vil, un paso adelante en el rock que alterna entre la furia distorsionada y desprolija y la sensibilidad vulnerable de los poetas románticos.
“Canciones fáciles sobre asuntos complicados”, dicen sobre las melodías de Tabárez. La descripción es certera. Se trata de canciones que invitan a retomarlas muchas veces con letras que no se detienen en trivialidades sino que van al corazón de cuestiones trascendentales sin perder las alegres urgencias juveniles.
Puede ser sobre hacerse cargo de las elecciones, como en el primer disco, sobre las bajezas humanas, como en el segundo, o sobre historias de camino como en el tercero, El Éxodo (2014).
Lo cierto es que Tabárez y sus Problems dan la consistencia dramática y poética que el rock uruguayo estaba buscando.