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Una vez conformado el grupo, La Tabaré empezó a presentarse en vivo y a ganar terreno con identidad propia. Entre 1987 y 1989 llegaron sus primeros long plays, Sigue siendo rocanrol y Rocanrol del arrabal, y también el estreno de su primera “opera rock” (obra músico-teatral) titulada, La ópera de la mala leche.
Con el correr de los años, los discos siguieron llegando, Apunten…¡fuego!, Yoganarquía, Sopita de gansos, 18 años vivos (grabado en vivo en Bs. As), Chapa-pintura-lifting y Cabarute, entre otros, hasta llegar a su último trabajo, Que revienten los artistas, publicado en 2014.
La banda se define como «una forma de expresión eléctrica. Esa expresión a toda energía puede ser mediante instrumentos musicales, la poesía o la expresión teatral. La idea es desarticular las formas y buscar otras que despierten zonas -prohíbidas- de nuestra sensibilidad dormida». Y aegura que «la historia de LA TABARÉ continúa y se suceden las canciones, día a día, golpe a golpe, tiempo al tiempo, compás tras compás…»
